Foto: Mario Vargas Llosa ("X")
Lima, Perú, 13 de abril de 2025 — Mario Vargas Llosa, el célebre escritor peruano y premio Nobel de Literatura, falleció este domingo a los 89 años en su natal Lima, Perú rodeado de su familia. Su hijo, Álvaro Vargas Llosa, confirmó la noticia a través de un comunicado en redes sociales, sin especificar las causas del deceso, aunque se sabe que el autor enfrentó complicaciones tras una segunda hospitalización por COVID-19 en 2023. La partida de Vargas Llosa marca el fin de una era para la literatura hispanoamericana, dejando un legado imborrable con obras como La ciudad y los perros y Conversación en La Catedral.
Vargas Llosa, nacido en Arequipa en 1936, fue una figura central del Boom latinoamericano, junto a Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes. Su prolífica carrera abarcó novelas, ensayos, teatro y periodismo, explorando temas como el poder, la libertad y la identidad latinoamericana. En 2010, recibió el Nobel de Literatura por su “cartografía de las estructuras de poder y sus incisivas imágenes de la resistencia, la revuelta y la derrota del individuo”. Su obra, traducida a múltiples idiomas, resonó globalmente, consolidándolo como uno de los autores más influyentes del siglo XX.
Más allá de la literatura, Vargas Llosa dejó huella en la política. Inicialmente cercano al socialismo y la revolución cubana, evolucionó hacia el liberalismo, defendiendo la democracia y el libre mercado. En 1990, se postuló a la presidencia de Perú por el Frente Democrático, perdiendo ante Alberto Fujimori. Su activismo político, a menudo polémico, incluyó críticas a regímenes autoritarios y un respaldo tardío a movimientos conservadores, lo que generó debates en América Latina y más allá. Su última afiliación fue al partido peruano Libertad Popular, en 2023.
El impacto de Vargas Llosa trasciende fronteras. En México, su obra inspiró a generaciones de escritores y lectores, y su visión crítica sobre el poder resonó en un país marcado por tensiones políticas. Autores como Juan Villoro y Elena Poniatowska han destacado su capacidad para retratar las complejidades humanas y sociales. La UNAM, donde impartió conferencias, lo recordó como “un faro de la literatura universal”. Su muerte ha generado una ola de tributos en redes sociales, con lectores y colegas celebrando su genio narrativo y lamentando la pérdida de una voz única.
La despedida de Vargas Llosa invita a reflexionar sobre su legado multifacético. Sus libros seguirán siendo faros para quienes buscan entender la condición humana y los entresijos del poder. Mientras el mundo literario honra su memoria, queda la certeza de que su pluma, siempre incisiva, permanecerá viva en cada página que escribió. En palabras del propio autor: “La literatura es una forma de resistencia”. Hoy, esa resistencia se convierte en inmortalidad.